Carillas mínimamente invasivas

Por último, tomamos medidas de la boca para fabricar las carillas de forma individualizada. En función de cada caso, esto lo podemos hacer con un escáner intraoral en tres dimensiones o con impresiones tradicionales.

2. Planificación y diseño

Tras el estudio, el odontólogo, junto con el laboratorio, un diseño digital de la sonrisa con la ayuda de un avanzado software de planificación. Este programa permite diseñar las carillas en función de los rasgos faciales del paciente (forma del rostro, tamaño de la boca, proporciones de los labios…).

Para poder personalizar la sonrisa, el software cuenta con una amplia biblioteca de carillas, con distintos tamaños, formas, tonalidades y grosores.

3. Creación del mockup físico

Una vez realizado el diseño de sonrisa, el odontólogo llevará a la boca dicho diseño para que el paciente pueda ver cómo será el resultado final antes de empezar el tratamiento.

Cuando el paciente haya aprobado el diseño de sonrisa, el dentista creará un mockup físico. Es decir, una especie de maqueta de las carillas que va a colocar. Esto ayuda a la persona a hacerse una idea cada vez más exacta de cómo van a quedar las carillas de mínima invasión en su boca.

4. Fabricación de las carillas

Tras la aprobación del mockup físico por parte del paciente, el odontólogo solicita al laboratorio la confección de las carillas mínimamente invasivas. Dado que gran parte del peso del tratamiento recae en la planificación, el dentista envía a los protésicos dentales una serie de instrucciones muy detalladas para el proceso de fabricación.

5. Confección de las férulas guía

Paralelamente, el laboratorio confeccionará una serie de férulas guía a medida de la boca del paciente. Estas férulas servirán para guiar el tallado del odontólogo. Además, en este paso se elabora una férula de cementado de carillas.

6. Preparación de las carillas

En una misma cita, el dentista realiza el tallado del diente y cementa las carillas. Para hacer el tallado se utiliza una turbina de alta precisión y unas férulas de tallado que cuentan con un límite para evitar que el odontólogo reduzca más esmalte del necesario.

En el momento de la cementación de las carillas, al estar estas adheridas a la férula guía, el dentista puede transferir a la boca del paciente hasta diez carillas de una misma arcada de manera simultánea, en un solo paso.

El tallado guiado y la colocación simultánea ofrecen mucha seguridad al paciente porque minimizan el riesgo de error humano en un paso crucial del proceso.

7. Férula nocturna

En todos los tratamientos con carillas mínimamente invasivas es recomendable utilizar una férula nocturna durante las horas de sueño. Esto ayuda a proteger las carillas del desgaste y a que duren más tiempo.