Tragar alimentos y bebidas parece una acción muy simple, pero no todas las personas pueden hacerlo de la manera adecuada, especialmente aquellas que presentan deglución atípica. Este es un problema que tiene su origen en una incorrecta colocación de la lengua y que puede dar lugar a determinadas consecuencias que afectan tanto a la salud oral como general de la persona.
Por ello, es fundamental que las personas que presentan esta alteración busquen la ayuda de un ortodoncista cuanto antes. A continuación, te vamos a contar cómo detectar la deglución atípica, cuáles son sus principales complicaciones y cómo se trata.
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¿Qué es la deglución atípica?
La deglución atípica es un trastorno del patrón de deglución que provoca una colocación inadecuada de la lengua en el momento de tragar los alimentos. Inconscientemente, las personas que presentan deglución atípica empujan la lengua contra los incisivos superiores o inferiores durante la deglución, en lugar de posicionarla en el paladar.
Esta presión constante de la lengua sobre los dientes puede dar lugar a distintos problemas bucodentales, entre los que destacan el desplazamiento y el desalineamiento de las piezas dentales afectadas.
La deglución atípica es muy común en bebés y niños, aunque también puede darse en adultos que no han corregido la alteración en el pasado.
¿Cómo saber si tengo deglución atípica?
En algunos casos, la deglución atípica se puede detectar de manera sencilla a través de una serie de síntomas. Algunos de los más fáciles de reconocer son los siguientes:
- Posicionar la lengua contra los dientes o cerca de los labios para tragar los alimentos, ya sean sólidos o líquidos. En cambio, en un patrón de deglución normal, la lengua descansa sobre el paladar a la hora de tragar.
- Presentar mordida abierta anterior. Debido a que la deglución atípica causa el desplazamiento progresivo de las piezas dentales presionadas con la lengua, es relativamente frecuente que los incisivos superiores no contacten con los inferiores cuando la persona cierra la boca. Esta alteración se conoce con el nombre de mordida abierta.
- Tener los incisivos inclinados hacia delante. En línea con lo anterior, uno de los principales síntomas de la deglución atípica es notar que los incisivos, ya sean superiores o inferiores, se desalinean y sobresalen de la arcada dentaria. Por tanto, una de las dos arcadas dentarias (superior o inferior) sobresale respecto a la otra, dependiendo de cuáles sean los dientes sobre los que se ejerce la presión.
- Experimentar dificultades a la hora de comer alimentos, sobre todo las comidas más sólidas o duras.
- Realizar movimientos faciales inusuales a la hora de tragar. A menudo, la deglución atípica involucra movimientos excesivos de los músculos de la cara y el cuello. Por ejemplo, inclinar la cabeza hacia atrás para que sea más fácil tragar.
- Emitir ruidos extraños a la hora de tragar.
- Tener dificultad para pronunciar determinados fonemas, especialmente “r” y “s”.
- Respirar por la boca en lugar de por la nariz.
Como ves, te hemos ofrecido una serie de señales que pueden ayudar a saber si una persona tiene deglución atípica. Sin embargo, es fundamental acudir a un ortodoncista para diagnosticar correctamente, y de manera inequívoca, la existencia de deglución atípica.
¿Cuáles son las causas de la deglución atípica?
Por lo general, la deglución atípica se origina durante la infancia debido a unos malos hábitos orales. Sin embargo, hay otras causas que explican el desarrollo de la alteración:
- Chuparse el dedo pulgar más allá de los tres años.
- Usar el biberón o el chupete después de los tres años.
- Morder o succionar los labios continuamente, lo que técnicamente se denomina queilofagia.
- Morder o succionar las mejillas constantemente.
- Morderse las uñas, lo que técnicamente se conoce como onicofagia.
- Abusar de alimentos triturados una vez han erupcionado los dientes temporales. Una alimentación excesivamente blanda perjudica el desarrollo de los músculos faciales.
- Presentar alteraciones en el crecimiento de los huesos maxilares (maxilar superior o mandíbula).
- Tener el frenillo lingual muy corto, algo que en términos médicos se conoce como anquiloglosia. Esto es algo que, de una manera u otra, puede provocar dificultades para realizar ciertos movimientos con la lengua.
- Padecer hipertrofia amigdalar, es decir las amígdalas demasiado grandes. Esto puede causar problemas respiratorios. Por eso las personas que lo sufren suelen inspirar y expirar el aire por la boca.
Consecuencias de la deglución atípica
La deglución atípica es un problema que puede tener consecuencias negativas para la salud, tanto oral como general:
- Dificultades a la hora de masticar, tragar y digerir los alimentos.
- Alteraciones en la respiración, ya que las personas que sufren deglución atípica suelen respirar mayoritariamente por la boca.
- Anomalías en la formación de los huesos maxilares.
- Maloclusiones dentales. Como ya hemos mencionado, la deglución atípica se relaciona con la mordida abierta y otras alteraciones que afectan al alineamiento de los dientes.
- Desgastes dentales. En general, las malposiciones de los dientes ocasionan contactos y choques inadecuados entre ellos, lo que a su vez da lugar a desgastes en el esmalte.
- Tensiones y dolores musculares. La función anormal de la lengua puede causar diversas tensiones en los músculos faciales, lo que puede dar lugar a dolores y molestias en la mandíbula y el cuello.
- Retrasos en el habla. Los niños que presentan deglución atípica suelen presentar retrasos y alteraciones en el habla. Además, su pronunciación suele ser menos clara.
- Impacto en la autoestima: las consecuencias mencionadas pueden impactar negativamente en la autoestima de la persona.
¿Cómo corregir la deglución atípica?
Por lo general, para tratar la deglución atípica es necesario acudir tanto al ortodoncista como al logopeda. Esto se debe a que, tal y como hemos mencionado, la deglución atípica no solo origina malformaciones dentales, sino que también crea problemas en el habla.
Por tanto, lo habitual es tener que recurrir a un tratamiento combinado de ortodoncia y terapia miofuncional.
Tratamiento de ortodoncia para la deglución atípica
El primer paso para corregir la deglución atípica es acudir al ortodoncista. Así, el profesional podrá determinar la causa de la alteración y pautar el aparato más adecuado.
Lo más habitual es tratar la deglución atípica durante la infancia, por lo que en estos casos se recurrirá a aparatos de ortodoncia interceptiva, que ayudan a corregir el crecimiento de los huesos maxilares y a eliminar los hábitos orales nocivos, como la colocación inadecuada de la lengua.
Posteriormente, lo habitual es que, durante la adolescencia, haya que recurrir a un tratamiento con brackets o alineadores invisibles. De esa manera, se alinean los dientes después de haber conseguido un correcto desarrollo óseo y de haber eliminado los hábitos orales inadecuados.
Terapia miofuncional para la deglución atípica
Como hemos avanzado, durante la infancia es igualmente importante acudir al logopeda para llevar a cabo terapia miofuncional. En ella, los niños aprenderán diferentes ejercicios miofuncionales que les ayudarán a desarrollar un patrón de deglución normal, a hablar con mayor claridad y a mejorar su pronunciación.
En definitiva, la deglución atípica es un problema al que conviene poner remedio cuanto antes para frenar las diferentes complicaciones que puede ocasionar, las cuales son más complejas de solucionar a medida que crecemos. Por ello, si tienes alguna duda más sobre la deglución atípica, te animamos a llamar a nuestras clínicas dentales y consultarlas con un ortodoncista.
Bibliografía
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- Jonathan Jiménez. (2017). Importancia de la deglución atípica en las maloclusiones. Odontología Sanmarquina 19(2):41.
