¿Notas que tus dientes no encajan bien cuando cierras la boca? ¿O que hay demasiado espacio entre tus dientes superiores e inferiores? Es posible que tengas mordida abierta, un tipo de maloclusión relativamente frecuente.
Si este es tu caso o te has sentido identificado con lo que te acabamos de decir, no tienes por qué preocuparte, ya que la mordida abierta tiene solución. En este artículo te vamos a contar a qué tratamientos puedes recurrir para corregirla.
Contenido
¿Qué es la mordida abierta?
La mordida abierta es un tipo de maloclusión dental que se da cuando, al cerrar la boca, los dientes superiores e inferiores no contactan, lo que da lugar a un espacio visible entre ellos. Esta alteración puede afectar tanto a los dientes anteriores (delanteros) como a los posteriores.
Tipos de mordida abierta
La mordida abierta se puede clasificar de diferentes maneras. A continuación, vamos a describir las principales:
Mordida abierta según su ubicación
En función de la zona de la boca a la que afecta la maloclusión, podemos distinguir cuatro tipos de mordida abierta:
- Mordida abierta anterior: es el tipo de mordida abierta más común y se produce cuando los dientes superiores delanteros -incisivos y caninos- no entran en contacto con sus antagonistas inferiores.
- Mordida abierta posterior: tiene lugar cuando los dientes superiores traseros -premolares y molares- no contactan con los inferiores.
- Mordida abierta completa: es la situación más compleja, ya que supone una combinación de la mordida abierta anterior y posterior. En este caso, los únicos dientes superiores e inferiores que entran en contacto son los últimos molares.
- Mordida abierta lateral: este tipo de mordida abierta solo afecta a un lado de la boca, que puede ser tanto el izquierdo como el derecho. Sin embargo, las piezas dentales del otro lado de la boca sí están en contacto.
Mordida abierta según su origen
En función de su origen, podemos distinguir dos tipos de mordida abierta:
- Mordida abierta dental: en este caso, la mordida abierta se debe, únicamente, a la posición de los dientes, ya que estos no han erupcionado correctamente. Y, en consecuencia, no están bien alineados.
- Mordida abierta esquelética: por su parte, este tipo de mordida abierta es el resultado de una anomalía en el crecimiento de los huesos maxilares (maxilar superior y mandíbula). En consecuencia, el tamaño y la posición de uno de los huesos, o de ambos, están descompensados.
Causas de la mordida abierta
La mordida abierta es de origen multifactorial. Las causas de la mordida abierta pueden ser muy variadas pero casi todas ellas se remontan a la infancia. A continuación te enumeramos las más comunes:
- Hábitos orales inadecuados. En este punto, podemos englobar una serie de costumbres muy características durante la infancia: chuparse el dedo pulgar o usar el chupete después de los dos años, empujar los dientes con la lengua, succión labial o deglución atípica. Estos hábitos pueden alterar el desarrollo normal de los dientes y los huesos maxilares.
- Respiración oral: respirar por la boca, en vez de por la nariz, conlleva un desequilibrio de la musculatura oral, lo que puede causar una mordida abierta.
- Crecimiento anormal de los huesos maxilares. Esto puede deberse a factores genéticos o ambientales, como los hábitos orales inadecuados.
- Macroglosia: es una situación poco frecuente, pero una lengua grande puede ser la causa de una mordida abierta, dada la presión que ejerce sobre los dientes.
¿Qué problemas ocasiona la mordida abierta?
Una mordida abierta que no se trata puede ocasionar distintas complicaciones para la salud bucodental. Los principales problemas asociados a esta maloclusión son los siguientes:
- Molestias al masticar: para una persona con mordida abierta puede ser complicado comer alimentos demasiado duros o contundentes debido a la falta de contacto entre sus dientes. Por ejemplo, pueden tener dificultades a la hora de desgarrar un bocadillo o comer una manzana a mordiscos.
- Dificultades para pronunciar correctamente: los niños con mordida abierta pueden tener problemas para articular determinados fonemas, especialmente aquellos que requieren el contacto entre ciertos dientes.
- Desgastes dentales: otra de las principales consecuencias de la mordida abierta es el desgaste de los dientes que sí contactan entre ellos, en algunas ocasiones en exceso, para suplir la falta de contacto de los demás. En los casos más graves, los desgastes pueden provocar fracturas dentales.
- Trastornos de la articulación temporomandibular: la falta de contacto entre los dientes superiores e inferiores puede ocasionar desequilibrios en la articulación de la mandíbula. Esto, a su vez, puede dar lugar a dolores de cabeza, oídos, cuello o cara.
- Apariencia física: por último, la mordida abierta también puede influir negativamente en la estética de la sonrisa, especialmente si afecta a los dientes anteriores y el espacio entre la arcada superior e inferior es muy visible.
¿Cómo se corrige la mordida abierta?
Para solucionar la mordida abierta hay que tener en cuenta la severidad de la maloclusión y la edad de la persona. En función de estos factores se puede recurrir a diferentes tratamientos.
Ortodoncia interceptiva
La ortodoncia interceptiva se utiliza solamente en niños que se encuentran en plena fase de crecimiento, normalmente entre los seis y los 11 años. La ortodoncia interceptiva engloba una serie de aparatos, tanto fijos como removibles, que tienen el objetivo de guiar y corregir el crecimiento de los huesos maxilares. Por tanto, están indicados para tratar la mordida abierta de origen esquelético durante la infancia.
Logopedia
En el caso de los niños, la ortodoncia interceptiva puede combinarse con logopedia. De esa manera, el profesional puede ayudarles a corregir las alteraciones en el habla y mejorar su pronunciación, además de contribuir a corregir problemas como la deglución atípica.
Brackets y alineadores invisibles
Por su parte, los adolescentes y adultos pueden recurrir tanto a los brackets como a los alineadores invisibles. Ambos tipos de tratamientos están indicados para la mordida abierta de origen dental, ya que a partir de la adolescencia los huesos maxilares habrán completado su desarrollo, por lo que no será posible modificar su tamaño y/o posición.
Cirugía ortognática
La cirugía ortognática es el tratamiento indicado para corregir la mordida abierta de origen esquelético en pacientes adultos, o en aquellos que ya han completado su desarrollo óseo. Mediante esta intervención, el cirujano maxilofacial podrá modificar tanto el tamaño como la posición del maxilar superior y de la mandíbula, lo que solucionará el desequilibrio entre ambos huesos.
Dicho esto, cabe señalar que la cirugía ortognática debe combinarse con ortodoncia, ya que la primera solo actúa sobre los huesos. Por tanto, se debe recurrir a la ortodoncia para mejorar el alineamiento de los dientes.
¿Cuánto tiempo tarda en cerrar la mordida abierta?
El tiempo que tarda en corregirse una mordida abierta dependerá de varios factores, entre los que destacan la severidad de la maloclusión y la edad del paciente.
En términos generales, podemos decir que el tratamiento de una mordida en niños suele durar entre seis y 12 meses. Sin embargo, en pacientes adultos dicha duración puede alargarse hasta los 18 o 24 meses. Y, en el caso de tener que combinar ortodoncia y cirugía ortognática se pueden tardar hasta 36 meses en cerrar la mordida abierta.
Por todo ello, nuestra recomendación como profesionales es acudir al ortodoncista de manera regular, una o dos veces al año, desde que el niño cumple seis años. De esta manera, resulta posible detectar y corregir cualquier tipo de maloclusión de manera temprana, lo que resulta más rápido y sencillo.
Si crees que padeces mordida abierta, o ya te la han diagnosticado, no dudes en acudir a una de nuestras clínicas dentales para ser valorado por un ortodoncista en una primera consulta gratuita.