Las carillas dentales son un tratamiento pensado para durar mucho tiempo. Los estudios estiman que las de composite duran alrededor de cinco años y las de porcelana un máximo de 15 años.
Sin embargo, para conseguir este objetivo es necesario que la persona que lleva las carillas siga una serie de consejos respecto a sus cuidados y mantenimiento.
Si tienes carillas dentales, te recomendamos leer con mucho detalle este artículo. Encontrarás información muy valiosa que te ayudará a que tus carillas te duren más años.
Pero, sobre todo, con estos cuidados conseguirás que tus carillas mantengan el color y el brillo originales prácticamente intactos hasta el último día.
Contenido
8 consejos para cuidar tus carillas dentales
Los principales cuidados que debes tener en cuenta si llevas carillas dentales son los siguientes:
1- Seguir unos buenos hábitos de higiene
Al igual que ocurre con los dientes naturales, cuando se llevan carillas hay que cepillarse después de cada comida. Lo más recomendable es hacerlo con un cepillo de cerdas suaves o medias y siguiendo una técnica de barrido.
La técnica de barrido consiste en colocar el cepillo en sentido perpendicular al diente y, desde su parte superior, realizar suaves giros de muñeca desde dentro hacia fuera.
Ten cuidado, por tanto, de no utilizar una técnica circular, ya que está desaconsejada para los pacientes que llevan carillas. Esto se debe a que se corre el riesgo de dañar el sellado de las carillas (en los márgenes de los dientes), lo que convertiría dichos márgenes en un depósito de bacterias.
Dicho todo lo anterior, hay que tener en cuenta que el cepillado frecuente, además de evitar enfermedades bucodentales, ayuda a conservar el color y el brillo de las carillas durante más tiempo..
2- Disminuir el consumo de ciertos alimentos
Las comidas con mucha coloración pigmentan, progresivamente, el tono inicial de las carillas (al igual que ocurre con los dientes naturales).
Por tanto, para conservar el color y el brillo durante más tiempo es recomendable limitar el consumo de determinados alimentos y bebidas. Algunos ejemplos de esto son los frutos rojos, el café, el vino tinto, el té, la salsa de soja, el curry, la cúrcuma o el vinagre de Módena.
Otro de los cuidados que debes tener muy en cuenta es el de restringir el consumo de alimentos muy duros o pegajosos, ya que pueden hacer que las carillas se rompan o astillen. Algunos ejemplos de estos alimentos son el turrón o el chocolate muy duros, los kikos o los garbanzos de snack.
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3- Evitar los movimientos de palanca
En línea con los cuidados anteriores, también está “prohibido” hacer movimientos de palanca con los dientes, como comer manzanas o bocadillos a mordiscos.
Este hábito tan común puede fracturar las carillas dentales o hacer que se despeguen. Por tanto, si quieres comer manzanas o bocadillos, pártelos o trocéalos previamente con la mano, en lugar de utilizar los incisivos.
Y, por supuesto, más prohibido aún está el hecho de usar los dientes como herramientas. Por ejemplo, si utilizas tus dientes para abrir un envase o desenroscar un frasco, corres un riesgo elevado de que la carilla se rompa o se despegue.
4- No fumar
Otro de los cuidados que te recomendamos seguir para que tus carillas dentales duren más tiempo está relacionado con el tabaco.
Y es que, al igual que ocurre con los alimentos, el tabaco acaba dando a las carillas un antiestético tono marrón o amarillento. Por tanto, se recomienda no fumar. O, al menos, disminuir la dosis al máximo.
5- Usar una férula de descarga
La férula de descarga está indicada en todos los pacientes que llevan carillas dentales, no solamente en las personas bruxistas.
Esto se debe a que dicha férula, utilizada cada noche, protege las carillas y evita que se desgasten o se rompan.
Dado que somos conocedores de la importancia de cuidar las carillas al máximo y del daño progresivo que sufren, en las clínicas dentales Smysecret, entregamos a nuestros pacientes, junto a sus carillas, una férula protectora.
6- Recurrir al pulido de las carillas
El pulido es un procedimiento muy útil para devolver a las carillas dentales el brillo que, de manera natural, pierden con el paso del tiempo.
Normalmente, los pulidos suelen hacerse una vez al año, dependiendo de los cuidados que siga el paciente en su casa (higiene, consumo de alimentos con coloración, tabaco…).
Sin embargo, el dentista será el que, en cada caso particular, determine la frecuencia con la que hacer el pulido de las carillas.
7- Acudir a limpiezas bucodentales profesionales
Las higienes bucodentales profesionales son otro de los cuidados fundamentales para mantener el color y el brillo de las carillas.
En este caso, lo más habitual es que las limpiezas sean realizadas una vez al año. Pero, como siempre, el dentista será el que paute la periodicidad más adecuada para cada paciente.
8- Visitar al odontólogo
Si llevas carillas dentales, debes acudir al odontólogo entre una y dos veces al año para que realice una revisión de tu cavidad oral (dientes, encías, lengua, etc.).
Además de certificar que el estado de salud de tu boca es el adecuado, el dentista te indicará con qué periodicidad realizar dos tratamientos fundamentales para el cuidado de tus carillas dentales: la higiene profesional y el pulido.